Corría el año 1912 cuando mi antepasada, Rita, instalaba su modesto puesto de churros en la calle Pureza de Sevilla. En aquellos años, una “Rita la churrera” paseaba su arte cantando en tablaos flamencos. No nos consta si la tatarabuela Rita también era aquella “Rita la cantaora” pero bien pudiera ser.
Lo que sí sabemos, es que su saber hacer, o simplemente su gracejo, despertaron envidias y fueron el germen para que, cien años después, su nombre aún forme parte del imaginario colectivo. De mi tatarabuela heredé el nombre y mi gusto por los churros; y principalmente ese carácter emprendedor, tan excepcional en las mujeres de hace un siglo.
¡Se acabaron los mitos!
Los churros no tienen colesterol. ¡Sus grasas son saludables! Así tu corazón estará sano.
...Y lo que no tienen. Sin aditivos, ni conservantes, ni colorantes ni grasas trans.
Los churros no tienen huevo ni lactosa. ¡Apto para veganos y vegetarianos!
Alternativa a a bollería y repostería industrial: grasas más saludables y mucho menos azúcar. ¡Y riquísimos!
Nuestro aceite para hacer churros es 100% vegetal. ¡Ya estaba en las dietas mediterráneas desde 3000 años!
Los ingredientes que usamos para hacer churros son: harina, agua, sal y aceite. ¡Nada más ni nada menos!
En Rita preparamos nuestros productos con mino y cariño , para que puedas disfrutar de ellos tanto en nuestro loca como donde tu quieras